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Llegue al punto de ingeniarme hacer las compras sin ella, para evitar el continuo rechazo de "no puedo", "no tengo plata", "cuando cobre vemos". Explicarle al padre es como hablarle a un pez, no tiene sentido.
Tambien pienso, bueno...si uno de los dos puede, mejor!!! bien por ella!!!, pero es un arma de doble filo que ahora con sus pequeños razonamientos se va dando cuenta que no es que no quiera, sino que realmente no puedo.
Seguimos una constante lucha que radica al venir los dos de dos mundos diferentes, de prioridades diferentes, hasta gustos y lujos (palabra inexistente en mi vocabulario)
"Dejar ser" es lo que pienso, no a él, (ja!) sino a ella. Que poco a poco reluce su personalidad mas como yo que como el, algo que los dos notamos y en definitiva toda su plata, todos sus consentimientos y regalos para que sirvio??
Yo poco, muy poco pude darle, mas que mi amor, mis explicaciones y mi comprension, cuando ahora gracias a eso, ella es mas como yo.
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