jueves

Mayo 1996

Todos los dias hay que recalcularse, hacer un balance de los dias que nos quedan de vida. Hay que meterse dentro de uno y correr por esos fluidos magicos que nos dan la vida, latir con el corazon bien abierto.
Mirar alrededor y bajar los pies de la cama, mirar las paredes, piso, pies y manos, sobre todo detenernos en esas eternas y sagradas manos, que todo tocaron, que tanto amaron y crearon, que tanto odiaron y golpearon.
Sentir los ojos vivos en el cerebro y tratar de mirar solo ese nuevo dia aunque todo este rodeado de vacio, aunque las caras de alrededor ya no nos digan nada
Respirar hondo y caminar, sentir ese gusto amargo y rancio en la boca de la mañana. Y empezar todo de vuelta aunque sea de cero, aunque todo sea una repeticion eterna, aunque sea el ultimo dia de nuestra vida.
Y entonces, extrañar tus ojos oscuros y brillantes, extrañar la vena que parte tu frente en dos, extrañar tu boca cerrada, tu boca abierta llena de risa, extrañar tus manos y tu mirada abierta y transparente.
No lograr escuchar el sonido del agua en mis celulas, no lograr oler la arena humeda y quedar como siempre esperando el olvido, que no vino, que no viene, el olvido que es necesario que aparezca, aca, ahora, hoy....en otro dia de mi vida.

Leticia

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